Por: Sandra Dueñes Monárrez.
Chihuahua, Chih., a 25 de noviembre del 2021.- Integrantes del colectivo “Justicia para Nuestras Hijas” se reunieron con familias de mujeres desaparecidas y asesinadas en la Cruz de Clavos para conmemorar el Día Internacional de la Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres.
Durante el desarrollo de este evento, la abogada y activista Norma Ledezma Ortega comentó que, a partir de que se tipificó el feminicidio en el estado de Chihuahua, se han contabilizado del 1993 a la fecha alrededor de 3 mil 649 mujeres asesinadas o desparecidas por razón de género.
Este día que nace porque asesinaron a tres mujeres que tenemos que recordar, las hermanas Mirabal, Patria, María Teresa y Minerva Mirabal, mujeres valientes asesinadas en la república Dominicana que se rebelaron contra una dictadura, lo que les costo la vida, lamentablemente ellas no han sido las únicas mujeres asesinadas, compartió la activista.
Con globos en sus manos, madres de mujeres asesinadas y desaparecidas recordaron las historias de impunidad que han caminado en la búsqueda de sus hijas, clamando a la actual gobernadora “e ponga en esos zapatos al fin siendo mujer para que escuche este grito de infinidad de niñas que han estado ausentes y siguen desaparecidas, para que les hagan justicia”.
Karen Olivas compartió la historia de los feminicidios y el porque de estos, los cuales tienen ocurriendo desde tiempo ocurriendo no solo en Chihuahua, sino en el mundo entero, sin embargo, la sociedad se hizo consiente dentro en el colectivo de la sociedad cuando Esther Chávez empezó a llevar un registro en 1996 de las niñas, adolescentes y mujeres asesinadas en la frontera.
Para el 2002 este fenómeno también comenzó a ocurrir en Chihuahua y se empezó a visibilizar por unas mujeres que se unieron por siete familias, de Paloma, Minerva, Julieta, Yessenia, Rosalba y Minerva unas de ellas ya fueron encontradas lamentablemente sin vida, otras siguen desaparecidas, en el camino otras familias se fueron sumando.
Es importante tener en cuenta que el feminicidio es “la máxima expresión de violencia contra las mujeres y tiene como objetivo someternos”, es la última arma que tienen los agresores para controlarnos, es por eso que el Gobierno en cualquiera de sus niveles debe de cuidar el discurso y las medidas de prevención que va a dar.
Tiene que evitar que nosotras sigamos siendo sometidas, porque cuando matan a una mujer, “el mensaje no es exclusivamente para ella o para la familia es para todas las mujeres, niñas y adolescentes”, concluyó Karen Olivas.