Por: La Redacción.
San Antonio, Texas., a 24 de julio del 2023.- Trabajar al aire libre o en lugares encerrados en época de calor conlleva un riesgo por las altas temperaturas, pero la mayoría de los empleadores no están preparados para enfrentar una situación de emergencia que pudiera llegar a presentarse, tal como ocurrió en San Antonio, Texas, cuando un joven hispano de nombre Gabriel Infante sucumbió al clima extremo y cayó desmayado, pero en su trabajo lo acusaron de estar drogado.
Pese a que este caso se registró en junio de 2022, el tema volvió a retomarse no solo porque en este año se han experimentado altas temperaturas históricas y se advierte sobre los riesgos de un golpe de calor, sino también porque su madre, Velma Infante, ha entablado una demanda contra la empresa que lo contrató y que no tuvo los cuidados para sus trabajadores, ni la sensibilidad para responder a la muerte de uno de ellos.
De acuerdo con Noticias Telemundo, Gabriel Infante, de 24 años, estaba instalando cables de fibra óptica para la empresa B. Comm Constructors cuando comenzó a mostrar signos de estrés por bochorno. Ese día laboraba junto a su amigo de la infancia, Joshua Espinoza, quien se dio cuenta de que el joven estaba errático, tenía mareos, confusión y finalmente se desmayó, golpeándose la cabeza contra el cemento.
Espinoza notó que su amigo estaba sufriendo un golpe de calor, por lo que al verlo en el piso desmayado le arrojó agua para refrescarlo, aunque no fue suficiente, llegó al hospital con una temperatura corporal de 110 grados Fahrenheit. Según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), una temperatura corporal de 103 °F o más es el síntoma principal de un golpe de calor.
Infante fue trasladado a un hospital e ingresado al área de cuidados intensivos, pero un día después, pese a los esfuerzos médicos por salvar su vida, su cuerpo sucumbió y el joven murió.
¿De qué va la demanda?
Velma Infante pide en su demanda una compensación de 1,000,000 de dólares por la muerte de su hijo, acusa a la empresa empleadora de no protegerlo de “los conocidos peligros asociados con las condiciones de calor extremo” mientras trabajaba. La mujer cita en su demanda que los trabajadores no deben ser vistos como bienes prescindibles.
En la demanda judicial se asienta que un capataz inicialmente creyó que Infante estaba drogado y ordenó a Espinoza que llamara a la policía, pero él llamó a los servicios médicos de emergencia, quienes informaron que el joven mostraba signos de insolación. El capataz aún así exigió que le practicaran una prueba de drogas.
La autopsia reveló que Gabriel Infante murió por un golpe de calor, por ello su madre acusa a la empresa de negligencia grave por instruir a la víctima y a otros empleados a trabajar bajo las altas temperaturas; no tener un programa médico relacionado con el bochorno, y no desarrollar un ciclo de trabajo y descanso basado en medidas validadas de estrés por calor.